Resumen
Durante los últimos años hemos asistido a una persistente presencia de la arquitectura chilena contemporánea en distintos medios de difusión a nivel internacional. Habiendo alcanzado un nivel de madurez reconocido a través de diversos premios y distinciones, la producción de nuestros arquitectos revela una calidad destacada dentro del panorama latinoamericano. Sin embargo, también es posible constatar que bajo este panorama de luces, el fenómeno antes descrito no alcanza a retratar de manera íntegra el estado de situación local, toda vez que la arquitectura de uso público ha quedado confinada a un lugar secundario, y lo que es más preocupante, las obras señaladas por la crítica como de calidad sobresaliente constituyen una excepción en el paisaje de nuestras ciudades, que aún cargan con un horizonte sombrío en relación a los estándares de calidad de vida urbana.