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Carmen Ruigómez Gómez
Pág. 623 - 647
Hasta 1712 la Caja de Quito cumplió regularmente con la obligación de enviar el situado a los presidios de Cartagena y Santa Marta. A partir de entonces, los oficiales reales se encontraron con grandes dificultades para satisfacerlo y escribieron al rey ...
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