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Jorge Montealegre
Pág. Pág. 39 - 62
Salvador Allende, con ingenio autoirónico, se retrató verbalmente como caricatura y monumento. Su propia muerte física, proyectándose en la inmortalidad, era el argumento de un chiste que tenía a su cuerpo como soporte: "carne de estatua" se decía, brome...
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