Resumen
El arquitecto catalán Germán Rodríguez Arias (Barcelona, 1902-1987) sigue siendo un personaje bastante desconocido en la historia de la arquitectura chilena a pesar de que su nombre aparece vinculado al de Pablo Neruda, con quien colaboró en el diseño de sus famosas casas en Isla Negra y Santiago. Entre el volumen de obra que dejó el arquitecto durante su exilio chileno, entre 1939 y 1957 -de valor desigual ciertamente-, encontramos sólo una obra fuera del ámbito de Santiago, localizada en la ciudad de Chillán. El edificio del Cine Central (1945) cumplió un importante papel social en la vida de los chillanejos en una ciudad que empezaba a recuperarse del terremoto sufrido a principios de 1939, y, a pesar de la amalgama de nuevos usos introducidos, se mantiene fiel a su espíritu original.
El presente artículo reivindica la figura de Rodríguez Arias y su aportación a la historia de la arquitectura chilena, explica su llegada a Chile y los motivos del encargo del Cine Central en base a una aproximación desde lo específico de la ?arquitectura del exilio?. La parte final del texto se concentra en el discurrir del edificio y su estado actual de conservación.