Resumen
Pier Luigi Nervi, uno de los más grandes ingenieros y arquitectos de este siglo, en su libro "Estructuras", sostiene que la construcción es la más importante y antigua de todas las actividades humanas, porque la civilización nació cuando un primer hombre primitivo hizo un techo para protegerse de los elementos con tres piedras. Hay muchas razones que apoyan la opinión de Nervi, porque la Construcción, a lo largo de la historia, ha sido el principal motor de desarrollo en toda clase de actividades intelectuales y materiales, desde la investigación y desarrollos teóricos hasta, la formación de complejas industrias y organizaciones de terreno. Durante muchos siglos las construcciones fueron dirigidas por "Maestros de Obras", capaces de desarrollar los proyectos y dirigir y materializar en el terreno las obras. Tal vez el término inglés "Master Builders" sea más apropiado para describir a estos hombres geniales, que dominaban las técnicas de proyecto y ejecución, tanto arquitectónicas como de ingeniería. El gran salto tecnológico de los siglos 19 y 20, cambió la actividad de la Construcción de Arte a Ciencia y reemplazó al "Maestro de Obras" por equipos profesionales multidisciplinarios cada vez más complejos, que desarrollan una multitud de actividades que deben ser planificadas y coordinadas para que la obra se ejecute de acuerdo con requerimientos de costos, plazos y eficiencia cada día más estrictos. Así nació, a mediados del siglo 20, una nueva y compleja ciencia, "La Dirección de Proyectos", cuyo desarrollo y estado en nuestro país se analiza en este trabajo.