Resumen
Si aceptamos la idea de que la arquitectura conlleva necesariamente la misión de enaltecer la esfera pública de los seres humanos y sus posibilidades para interactuar y desarrollarse socialmente, ¿en qué términos se define entonces el sentido público de la arquitectura?, ¿cuál es el campo de acción disciplinar que nos permitiría actuar adecuadamente en la dimensión pública de la vida en nuestras ciudades para iniciar el postergado proceso de reparación que exige nuestro tiempo?