Resumen
Este artículo analiza los procesos de reforma laboral en Chile (2014-2016) y Costa Rica (2010-2016). Las normas laborales en cada país son distintas, pero convergen al imponer serias limitaciones para organizar sindicatos, negociar colectivamente y ejercer la huelga, lo que se traduce en una marcada unilateralidad por parte de los empleadores en la determinación de las condiciones de trabajo. En este artículo se argumenta que estos procesos no permitieron avances sustantivos en el poder de asociación de los trabajadores debido al fuerte poder instrumental de las élites empresariales lo que, históricamente y salvo coyunturas muy cortas, les ha permitido vetar cualquier posibilidad de avance del poder de asociación de los trabajadores. Para explicar estos procesos y sus resultados se recurre el análisis de los juegos políticos como procesos de reforma en contextos de alto nivel de asimetría de poder entre los actores que tratan de incidir en el proces