Resumen
Este artículo sostiene que el principal problema económico de Cuba tras la extinción de la URSS ha sido el fin de dos siglos de especialización en producir azúcar, pues la aparición de un nuevo socio, Venezuela, no proporcionó un mercado alternativo. Además muestra que las políticas aplicadas no han afrontado radicalmente la situación, y analiza las reformas recientes, que diseñan un programa para aliviarlos, pero sin modificar el sistema socio-económico y político.