Resumen
En 2004, el gobierno local de Medellín (Colombia) introdujo una política pública destinada a aliviar las grandes problemáticas socioespaciales existentes en la urbe: el urbanismo social. Aunque esta política ha tenido como objetivo fomentar la justicia espacial mediante la ruptura de la dinámica tradicional en la que las condiciones de vida de los habitantes de los diferentes sectores de Medellín se han definido fuertemente por su ubicación geográfica -por lo que ha sido ampliamente alabada- ha llegado a caracterizarse por un creciente grado de ambigüedad. Justo por su valor publicitario, simultáneamente se ha convertido en un elemento clave de la estrategia neoliberal de marca ciudad que el gobierno local y actores vinculados han creado para mejorar la posición de competitividad global de la ciudad después de su pasado violento. Este estudio analiza las formas en las que este llamativo fenómeno de convergencia entre dos políticas que a primera vista suelen interpretarse como incompatibles ha impactado en la justicia espacial en la ciudad entre 2004 y 2016.