Resumen
Este artículo analiza el último tramo del exilio uruguayo en los años de autoritarismo en ese país. Se centra en las transformaciones resultantes del comienzo de la apertura política, a partir de 1980, que llevaron a los exiliados a trasladar el centro de su atención hacia los acontecimientos domésticos. Esto implicó una cierta revisión de sus formas de denunciar las violaciones de derechos humanos que ocurrían en su país, especialmente en relación al balance entre las exigencias de ?verdad? y ?justicia? sobre los hechos del pasado reciente. Se estudian también los cambiantes y complejos equilibrios que los exiliados fueron estableciendo entre su militancia política nacional y su activismo de denuncia transnacional en la etapa en que dentro de Uruguay se negociaba una salida democrática.