Resumen
Los tubos de calor son dispositivos que se caracterizan por tener una gran conductancia térmica, lo que los hace muy efectivos para el transporte de calor a grandes distancias con una muy pequeña caída de temperatura. Tienen una excepcional flexibilidad, son de construcción simple, de fácil control, y son de funcionamiento pasivo, no necesitan de potencia externa. La base teórica del funcionamiento de los tubos de calor tiene sus fundamentos en varias disciplinas clásicas como son: la mecánica de fluidos, transferencia de calor y termodinámica. El concepto de tubo de calor data desde 1944. Sin embargo, sus primeros desarrollos se iniciaron sólo el año 1964; impulsados principalmente por requerimientos de los programas espaciales que en esa época se llevaban a cabo. Precisamente, una de las primeras aplicaciones de los tubos de calor fue en satélites, donde se utilizaron como dispositivos para uniformar la distribución de temperaturas en su estructura, es decir, para transferir calor desde la zona expuesta al sol a la no expuesta, con el objeto de minimizar sus tensiones térmicas. Posteriormente, lentamente primero, se empezaron a desarrollar aplicaciones terrestres. En la actualidad, dados las amplias áreas de aplicación que se han descubierto, prácticamente todos los países desarrollados están involucrados en la investigación, desarrollo y comercialización de tubos de calor. Se vislumbra que este interés se mantendrá en el futuro; particularmente impulsado por la miniaturización de los sistemas en el campo de la electrónica, donde los problemas de disipación de calor no pueden ser resueltos utilizando sistemas convencionales.