Resumen
El análisis de las movilizaciones sociales en Chile ha girado principalmente en torno a las racionalidades, estrategias y objetivos de las protestas. Aunque emergentes, los estudios sobre performatividades y cuerpos de protesta son aún marginales. Este artículo se centra en ello, mediante un estudio de la marcha feminista del 8M y la del primero de mayo clasista y combativo de 2019 en Santiago, Chile. A través de un enfoque etnográfico, nos centramos en cuerpos, estéticas y materialidades desplegadas, para observar las performances de las movilizaciones, dando cuenta de la complejidad de los procesos comunicativos que se ponen en juego en estas instancias. Argumentamos que, mientras en las manifestaciones de carácter experiencial y descentrada, el discurso se expresa heterogéneamente en los cuerpos, articulando lo personal y lo político, en las manifestaciones de carácter colectivista y centralizada, éste se expresa mediante lienzos soportados por corporalidades homogéneas, demostrando la emergencia de lo colectivo por sobre las experiencias personales.