Resumen
Se analizan los cuidados y prácticas que se llevaban a cabo durante el embarazo y el parto en la Nueva España. Prácticas que podían ser de carácter supersticioso, religioso o profano y que era importante valerse de ellas debido a que el embarazo se veía como un proceso natural y fisiológico y, a su vez, el momento del parto era temido porque se corría el riesgo de perder la vida. Otros apartados que se comentan son el de la operación cesárea, cuya práctica se introdujo en la Nueva España en el siglo XVIII en medio de mucha resistencia por parte de los profesionales de la salud; el aborto, que fue fuertemente sancionado no sólo por parte de la Iglesia, sino también del Real Tribunal del Protomedicato y, finalmente, la profesión de la partera, quien no obstante que no contaba con una formación académica, resolvía un problema de salud a todas las clases sociales.