Resumen
La construcción y talla de los pilares en la construcción gótica son la base de la descarga de los empujes de las bóvedas hacia el terreno. La determinación morfológica y tipológica de estos elementos es esencial. En la catedral de Tortosa se experimenta un modelo estructural con doble deambulatorio, construyendo sus capillas entre 1377 y 1424. Éstas tienen la peculiaridad de no disponer de muro de separación entre ellas, como era frecuente en el gótico meridional. La eliminación del muro fue una cuestión debatida posteriormente en la catedral de Milán en 1392. El diseño y modelización de estos pilares, mediante técnicas no invasivas, utilizando el láser terrestre y el georadar, ha permitido constatar diferencias esenciales en su tipología. Se ha determinado que estos pilares son solamente homogéneos en los puntos de transmisión importantes de las cargas de la fábrica, que son en la basa y las tres primeras hiladas del fuste, así como en la parte superior de la imposta.