Resumen
Por mucho tiempo la planificación urbana ha sido considerada pieza fundamental para el desarrollo organizado de las ciudades en el mundo. Su importancia expresada en términos de orden ha permitido legitimar su acción en la actividad urbana a tal punto que sin ella difícilmente una ciudad podría concebirse en su naturaleza. No obstante, la lógica de planificar la ciudad, construida bajo la égida de la acumulación y producción de excedentes para mantener una producción capitalista del espacio a través de una falsa conciencia de la realidad (ideología), ha permitido legitimar socialmente una constante reproducción de capital a partir de la urbanización sin considerar los estragos colaterales que este proceso ocasiona con su actividad. Por tal motivo, la planificación urbana se presenta como mecanismo necesario y estratégico para la constitución de un modo de reproducción capitalista que deriva en un plan constante de intervención espacial en la ciudad (ordenamiento).