Resumen
La construcción de paisaje habitable de los pueblos originarios del altiplano andino sugiere estrategias sostenibles de adaptación al territorio, basadas en un conocimiento profundo y sistémico del contexto geográfico que lo sostiene.La agricultura de terrazas implica un contacto directo con la tierra, el agua y el sol. La vida en el altiplano implica una adaptación al clima desértico, de altas variaciones diarias de temperatura y abundantes lluvias en verano. La relevancia de los recursos naturales que participan en la configuración del territorio genera en sus habitantes la necesidad de prestar cuidado, mantención y resguardo a cambio de las bonanzas recibidas y a cambio de protección toda vez que los factores climáticos o geológicos ponen en riesgo potencial a su población. Esto se manifiesta en un modo de ordenar el territorio que equilibra las actividades productivas, rituales y comunitarias, en un medio ambiente protegido y resguardado.