Resumen
En los edificios históricos construidos con ladrillos de tejar es muy frecuente que los muros y las cornisas estén rematados con el mismo ladrillo, sentado a soga o a tizón, con el que está ejecutada la fachada y que estos ladrillos estén más deteriorados que el resto. La causa del deterioro es la acción del agua combinada con la suciedad, la vegetación y otras lesiones relacionadas con la humedad. Uno de los posibles sistemas para conservar y proteger estos elementos es proyectar un hidrofugante. En este artículo se van a exponer los resultados de los ensayos realizados en laboratorio a probetas formadas por muretes de ladrillos, rematados en la parte superior por una albardilla formada por una hilada inclinada, también de ladrillo, con la aplicación de un tratamiento hidrofugante o sin él.