Resumen
El gobierno estadounidense ha declarado una guerra contra las drogas que lleva aproximadamente medio siglo y obedece a un asunto de seguridad nacional, más que de salud pública. En este tiempo, han sido extraditados y apresados importantes narcotraficantes latinoamericanos, sin embargo, muy pocos ciudadanos estadounidenses se han visto involucrados públicamente en la industria, lo que establece una dicotomía entre criminales latinos y víctimas norteamericanas. La narcoliteratura entrega su propia visión histórica de esta guerra, cuestionando el hecho de que los estadounidenses no sean parte del negocio. Contrario al discurso oficial, los escritores Don Winslow, Armando Ayala Anguiano y Francisco Haghenbeck proponen que Estados Unidos ha utilizado la guerra contra las drogas a favor de sus propios intereses: con el fin de proteger las ganancias de sus altos empresarios, para apropiarse del negocio más lucrativo del mundo y para encubrir sus luchas políticas en contra del comunismo. Así, los escritores de la narcoliteratura estarían denunciando que Estados Unidos es parte fundamental de la red de narcotráfico internacional que busca combatir.