Resumen
Hoy en día existe un consenso en afirmar que el éxito de los negocios está fuertemente correlacionado con el desarrollo y el compromiso de cada uno de los trabajadores, transformándose en un activo que puede lograr las anheladas competencias esenciales de una empresa o una nación.En los años ochenta emergió el concepto de competencia ocupacional como una forma de relacionar el sistema educativo al productivo frente a la necesidad de impulsar la formación de capital humano en los países. Tal competencia se define como la capacidad de un individuo para desempeñar una ocupación, ya sea productiva o de servicio, respecto de los niveles requeridos en el empleo [1].La respuesta del sector forestal chileno no se ha hecho esperar y desde comienzos de los años noventa ha venido desarrollando un sistema de competencias ocupacionales, a través de la conformación de comités y grupos técnicos, quienes además han sido responsables de su difusión. Un componente importante de este Sistema lo constituye el Proceso de Evaluación; el cual verifica si un trabajador posee o no la habilidad en determinada unidad de competencia, basado en el estándar propuesto por los grupos técnicos [4].Este trabajo fue desarrollado usando una base de datos de casi 10.000 trabajadores, que han sido evaluados en el marco de un proceso de certificación de competencias ocupacionales, el que se lleva a cabo dentro del sector forestal chileno. En este proceso se evalúan perspectivas: técnicas, psicológicas y físicas. Cada una de estas perspectivas son evaluadas a través de un conjunto de variables, las cuales miden diferentes aspectos de un trabajador y entregan como resultado final si el trabajador es apto o no para el cargo que está desempeñando.