Resumen
La urbanización acelerada y los cambios tecnológicos verificados en las últimas décadas están produciendo una nueva geografía de poder en el mundo, con centros metropolitanos y regiones asumiendo creciente importancia en la economía y política globales. El presente análisis aborda esas transformaciones, postulando que el nuevo énfasis en los gobiernos locales y en los espacios urbanos no significa que el Estado-nación haya perdido su centralidad, pues aún es la instancia de poder decisiva para dar soporte, sostenibilidad y coherencia a las estrategias regionales y locales de desarrollo, en un marco de crecientes y complejas interacciones entre distintas escalas geográficas.