Resumen
En la sociedad chilena la percepción del patrimonio ha evolucionado positivamente. No sólo se aborda con una visión amplia que valora los edificios de interés arquitectónico o histórico, sino también considera los espacios públicos, los barrios, las calles y los lugares cuya arquitectura, integración al paisaje, historia y su gente, con sus propias expresiones artísticas, rituales y estilos de vida. Todo ello contribuye a convertir al patrimonio en un apoyo a la identidad local o nacional y, por lo tanto, es fundamental su preservación.