Resumen
Las enseñanzas del terremoto del 3 de marzo son inagotables para nosotros los arquitectos. Una vez más queda de manifiesto que no debemos despreocuparnos de los aspectos constructivo-estructurales. Adquirir un dominio tecnológico para saber cuándo una obra está realmente bien construida y cuándo sus estructuras están correctamente planteadas y resueltas.