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TITULO

Neoliberty & co. The Architectural Review frente al historicismo italiano de los años cincuenta = Neoliberty & co. The Architectural Review against 1950s Italian historicism

Manuel López Segura    

Resumen

Tomando como punto de partida la polémica sobre el Neoliberty (segunda mitad de los años cincuenta), el presente artículo ofrece una revisión del debate sobre la historicidad de la arquitectura que enfrentó de modo particularmente intenso a destacados círculos intelectuales en Italia y el Reino Unido. Mientras que la contribución italiana ha sido ampliamente estudiada, la literatura existente no se ha adentrado en los motivos que llevaron a los británicos a rechazar toda recuperación operativa de la historia, carencia que el presente artículo intenta suplir. Desde el punto de vista metodológico, dada la naturaleza mediática del debate, el análisis llevado a cabo ha sido fundamentalmente textual, centrado en las dos revistas que sirvieron de soporte para los intercambios: la milanesa Casabella y la londinense Architectural Review. El artículo resulta igualmente de interés por cuanto analiza un episodio temprano que anunciaba ya dos de las vías por las que discurriría la arquitectura de las siguientes décadas: el historicismo postmoderno y la alta tecnología.Las razones de la incomprensión fueron de diversa naturaleza. Primero, las diferentes culturas urbanas de uno y otro país explicarían la divergente valoración que merecía el provincianismo paradójicamente cosmopolita de Milán o Turín, admirador de la ciudad burguesa decimonónica. Además Reyner Banham, desde la revista inglesa, estaba empeñado en orientar la arquitectura contemporánea según los postulados de su querido Futurismo: rechazo de la tradición y asimilación tecnológica. Sin embargo, una lectura sosegada de sus escritos pone en evidencia que su antihistoricismo no era tan irredento como comúnmente se piensa. El papel jugado por J. M. Richards, editor de Architectural Review, resulta más problemático. Si bien compartía muchas de las inquietudes de los italianos, no apaciguó la virulencia de la campaña encabezada por su revista. Finalmente el proyecto historiográfico de Nikolaus Pevsner difería del que los italianos promovían tanto en sus claves interpretativas como en los métodos empleados. La búsqueda italiana seguía la estela de Benedetto Croce, posición irreconciliable con el rigor del historiador anglo alemán.Building upon the Neoliberty polemics (second half of the 1950s), this article offers a revision of the debate on the historicity of architecture that opposed distinguished Italian and British intellectual circles. While the Italian contribution has been extensively analyzed, the existing literature has not dwelt on the reasons why the British refused any operative recovery of history; a gap this article intends to fi ll. From a methodological point of view, given the media nature of the debate, our analysis has been mainly textual, and has focused on the two journals that channelled the exchanges: the Milanese Casabella and the London based Architectural Review. The article is equally of interest as it explores an early episode which already announced two of the paths the architecture of the following decades would follow: postmodern historicism and high-tech.The reasons for the misunderstanding were of diverse nature. First, the different urban cultures present in one country and the other would explain the diverging esteem for the paradoxically Cosmopolitan provincialism of Milan and Turin, admirer of XIXth century bourgeois urbanity. Moreover, Reyner Banham from the English magazine was determined to promote contemporary architecture that would follow the postulates of his beloved Futurism: rejection of tradition and technological assimilation. However, a calm reading of his writings reveals that his antihistoricist stance was not as extreme as is usually believed.The role played by J. M. Richards, editor of Architectural Review, is more problematic. Though he shared many concerns with his Italian counterparts, he did not appease the virulence of the campaign his journal headed. Finally, Nikolaus Pevsner's historiographical project differed from the one the Italians fostered, regarding interpretative keys and methods. The Italian research followed the steps of Benedetto Croce, a position hardly attuned to the Anglo-German historian's rigorism. 

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