Resumen
Resumen¿Existe un papel teórico que puedan asumir las revistas de arquitectura? ¿Y cuáles son los instrumentos que se ponen en acción? La comparación entre dos revistas milanesas de la década de 1950, Spazio y Casabella, pone de relieve la importancia de dos casos ejemplares y, al mismo tiempo, de la actualidad de una reflexión sobre los instrumentos de comunicación de la arquitectura, en particular sobre la relación que se establece entre el texto y la imagen, sobre la confrontación con otras disciplinas artísticas o sobre la relación con la historia.En este campo, la cultura arquitectónica italiana vio en dos maestros reconocidos, Luigi Moretti y Ernesto Nathan Rogers, la posibilidad de reformular y articular un nuevo modo de educar en la arquitectura. De hecho, ambos autores analizados aquí no han intentado refundar sistemáticamente un discurso teórico sobre la arquitectura y nunca se decantaron por condensar su pensamiento en una summa teórica, si bien encontraron en el instrumento de la revista la ocasión para publicar de forma periódica y colectiva una modalidad coherente de transmisión crítica y abierta del saber.A través de la comparación de las características iconográficas y críticas de estas dos revistas, podemos subrayar algunas analogías evidentes respecto a la capacidad comunicativa de sus directores, sobre todo cuanto consiguen transmitir un posición fuertemente propositiva, teórica podríamos decir, sin querer constreñirla a las páginas anquilosadas de la academia y de la sistematización de los ensayos; para ello se valían de una pasión común por la libertad explícita de las imágenes fotográficas, a menudo a través del uso del encuadre.Por tanto, sus éxitos son muy distintos: en el caso de Moretti la mente seguía la fascinación de sus arquitecturas, casi nunca publicadas en la revista, pero muy presentes por su fuerza icónica, mientras que en al caso del profesor Rogers, el legado parece confiarse a un lápiz, tan distinto del de sus amigos y alumnos.