Resumen
La pandemia por Covid-19 ha generado impactos diferenciales desde la perspectiva de género en la salud. La mayor mortalidad en los últimos años recae principalmente en hombres, cuyas principales causas son prevenibles, asociadas a la conducta masculina hegemónica. Tales antecedentes actuaron consecuentemente en una mayor mortalidad masculina por Covid-19, mientras la pandemia también ha aumentado el consumo de alcohol, modificando los patrones de consumo de drogas ilícitas y aumentado el riesgo de las prácticas sexuales con drogas como el chemsex. A su vez ha sido una oportunidad para el involucramiento de los padres con sus hijos e hijas, en las labores escolares del telestudio, en el cuidado y la crianza o en su defecto el cero involucramiento, manteniendo la amputación afectiva que impone el sistema patriarcal. Es importante entonces generar políticas de salud pública hacia los varones, desde una perspectiva relacional de género, que afecte positivamente en su propia salud pero también en la salud de las parejas, hijos e hijas.