Resumen
La mentalidad porteña del siglo XIX da cuenta de cierta actitud desprejuiciada y, por ello, más liberal y pragmática, que habría incentivado la apertura hacia la modernidad en un área urbana ya cosmopolita, y donde la tradición desempeñó, por tanto, un papel secundario respecto de lo que iba ocurriendo en otras ciudades del medio nacional.