Resumen
Podemos entender la arquitectura moderna, producto de la revolución industrial en occidente, como el traspaso de un modo de construir mono-material, en donde las funciones térmica, estanca y estable de la envolvente se reducen a un solo material, él que a través de su espesor resuelve todos los problemas relacionados al confort; al de una construcción de la diferenciación de las envolventes en donde cada capa va a cumplir una función específica con el menor espesor y peso posible. Dentro de éste esquema la estructura portante, a partir del desarrollo de materiales que trabajan muy bien a la tracción (el hierro y el hormigón armado), pasa de ser una estructura continua, como el muro y la bóveda, a ser un sistema de elementos articulados, como el pórtico o los sistemas trilíticos de losa columna y viga. Podemos definirlo como un cambio de paradigma constructivo desde la construcción estereotómica hacia la construcción tectónica. En ese contexto podríamos pensar que ésta reducción del material estructural a la mínima sección, alcanza su máxima expresión en las torres de estructuras suspendidas, en la mínima sección de sus cables trabajando a tracción, ¿Podíamos definir este proceso, en términos amplios, como una puesta en crisis de la compresión?