Resumen
Una primera imagen que asociamos a la práctica del Ordenamiento Territorial es la configuración geomorfológica que presenta un área de superficie terrestre o un territorio regional en particular, en el cual están presentes las diferencias de altura, las pendientes, planicies, cuencas hidrográficas y la presencia de masas rocosas. Es el relieve lo que primero nos salta a la vista. El proceso permanente de construcción, de desgaste y de reconfiguración de un relieve terrestre a lo largo de millones de años, se denomina el ciclo geológico natural de un territorio. La forma geológica superficial de un territorio es lo que llamamos relieve. Reconocemos, entonces, a simple vista los accidentes topográficos naturales de un territorio regional.