Resumen
En la segunda mitad del siglo XIX, las estaciones de ferrocarril desarrollaron nuevos sistemas constructivos, con el hierro como principal componente. Las cubiertas de los andenes exigían nuevos retos estructurales buscando la diafanidad y máxima luz entre sus apoyos. En España, Alicante fue la primera ciudad marítima conectada con una línea férrea con Madrid. Factores como la importancia del puerto, su proximidad a la capital y la favorable orografía del terreno fueron determinantes en su elección. El 25 de Mayo de 1858 quedó inaugurada la línea por la reina Isabel II. Tres décadas después, se construyó la estación de Los Andaluces que conectaba con el Sur. Actualmente ha sido restaurada y es la sede de la Casa del Mediterráneo. El presente artículo muestra los orígenes de estos dos edificios, que han podido conservar los sistemas estructurales con los que fueron diseñados hace más de 150 años.