Resumen
RESUMEN: El Valle Salado de Añana se ubica en el País Vasco, a unos treinta kilómetros de su capital, Vitoria-Gasteiz. Se trata de un ejemplo notable de la interacción del hombre con el medio en la formación de un paisaje singular cuyo origen se remonta al Neolítico, conservándose y manteniéndose vivo durante más de 7.000 años, en una evolución dinámica que le ha permitido adaptarse a unos ritmos de producción que aseguran su sustentabilidad. En el proceso se han utilizado los mínimos recursos con el máximo rendimiento de forma absolutamente sostenible y ecológica aplicando una tecnología ingeniosa. El resultado es un paisaje humanizado de 12 hectáreas, donde cuatro kilómetros de canales de madera conducen el agua salada desde los manantiales a las más de cinco mil plataformas de producción escalonadas construidas con piedra, madera y arcilla, donde el sol, el viento y los salineros trabajan de forma conjunta para obtener una de las mejores sales del mundo: la Sal de Añana. El Valle Salado es paradigma de una sabia y discreta intervención humana sobre el entorno, aprovechando éste hasta el límite. Un maravilloso ejemplo de sabiduría popular que se plasma en un paisaje de increíble pero sencilla belleza, ejemplo de sostenibilidad y de respeto ecológico, que ha sabido también incorporar las nuevas exigencias de calidad, gestión y usos de la sociedad contemporánea. Una sociedad que está perfectamente imbricada con él, que lo vive, lo explota, lo mantiene y lo disfruta, implicándose enérgicamente en su gestión y que, orgullosa de él, hace partícipe al resto de la humanidad.ABSTRACT:The Salt Valley of Añana is located in the Basque Country, about thirty kilometers from its capital, Vitoria-Gasteiz. This is a remarkable example of the interaction of man with the environment in the formation of a unique landscape whose origin dates back to the Neolithic, preserved and kept alive for more than 7,000 years, in a dynamic evolution that has allowed it to adapt to rhythms of production that ensure its sustainability. In the process, the minimum resources have been used with the maximum performance in an absolutely sustainable and ecological way applying an ingenious technology. The result is a humanized landscape of 12 hectares, where four kilometers of wooden canals lead the salt water from the springs to the more than five thousand staggered production platforms built with stone, wood and clay, where the sun, the wind and the ?Salineros? (saltmen) work together to obtain one of the best salts in the world: Añana Salt. The Salt Valley is a paradigm of a wise and discreet human intervention on the environment, taking advantage of it to the limit. A wonderful example of popular wisdom that is reflected in a landscape of incredible but simple beauty, an example of sustainability and ecological respect, which has also managed to incorporate the new demands of quality, management and uses of contemporary society. A society that is perfectly intertwined with him, that lives it, exploits it, maintains it and enjoys it, implying itself vigorously in his management and that, proud of him, makes the rest of humanity participate.