Resumen
Las plazas concebidas bajo el concepto de ?plaza jardín? -modelo dominante en las ciudades de Latinoamérica- generan efectos microclimáticos a escala urbana y edilicia dado que actúan como fuente de enfriamiento nocturno. En contextos de baja y media densidad, dicho efecto está asociado fundamentalmente al diseño de la plaza: núcleo central predominantemente semi-sellado alrededor del cual se distribuyen áreas verdes a modo de bosques y prados. Sin embargo, en el caso de la ciudad de Mendoza-Argentina, la tendencia a la redensificación del tejido urbano, como estrategia de control del crecimiento urbano, limita los beneficios que proporcionan las configuraciones actuales de plazas. Es por ello que este trabajo evalúa el impacto de incrementar la dimensión de la plaza en el comportamiento térmico de la misma y su influencia sobre el microclima del entorno mediato, como alternativa para potenciar sus beneficios en áreas urbanas de alta densidad. Con tal fin, se seleccionaron tres casos de estudio, dos de ellos de una superficie equivalente a una manzana urbana ?10000m2?, emplazados en entornos de media y alta densidad, y un caso de mayor superficie -40000m2-, inserto en un contexto de alta densidad. Tales casos fueron monitoreados térmicamente en la estación verano, durante un periodo de 21 días, mediante el uso de microadquisidores de datos del tipo HOBO H08-003-02. Se caracterizaron las condiciones radiativas a partir de la determinación del factor de visión de cielo (SVF). Los resultados obtenidos muestran que, al incrementar las dimensiones de la ?plaza jardín?, sus diferentes estructuras -núcleo central, bosque, prado- presentan menores temperaturas respecto a su entorno durante todo el día. En consecuencia, constituye una estrategia eficiente para mejorar las prestaciones del espacio abierto respecto a sus efectos microclimáticos en entornos urbanos de alta densidad. Si bien dicha variable no es posible de implementar en ciudades consolidadas, es una premisa a considerar en nuevos desarrollos urbanos.