Resumen
La creación de los Archivos Históricos Provinciales en el siglo XX, entidades que surgen para recopilar la documentación notarial, y la nueva configuración administrativa, a través de la creación de las comunidades autónomas, suponen el establecimiento de centros en los que coexisten documentos de fe pública del siglo XV con aquéllos generados por la Administración delegada. La evaluación de los archivos, centros denostados en las políticas culturales de la Administración pública, evidencia la utilidad de estas empresas para la institución a la que pertenecen y para el fomento de la investigación de una sociedad. Asimismo la necesidad de la salvaguarda de las actuaciones de la Administración pública, las facilidades para la recuperación y difusión de información que brindan sus tecnologías y la posibilidad de tener el mundo como cliente potencial, incluyendo aquellos pueblos que no gozan de la historia que posee uno de los primeros continentes poblados y civilizados de nuestro mundo, hacen de los estudios de usuarios poderosas herramientas que informan sobre estos consumidores de información y posibilitarían abrir las puertas de uno de los centros culturales más elitistas en esta sociedad del bienestar, que posee unos de los niveles culturales más democratizados de la historia. Al hilo de los anteriores argumentos, este artículo se ocupa de los Archivos Históricos Provinciales y de sus usuarios a través de un estudio de casos en el Archivo Histórico Provincial de Jaén del que se nforma como antesala al establecimiento del perfil de sus investigadores, clientela mayoritaria de esta institución.