Resumen
Cuando se recorren las calles del centro de la ciudad, sus barrios más tradicionales y populares, las formas construidas, nos envían imágenes que van señalando los distintos órdenes urbanísticos y arquitectónicos. Estos distintos órdenes nos indican, por cierto, las diferencias sociales y culturales existentes en la ciudad. Pero se dan edificaciones en que nos confundimos. Donde los códigos visuales en algunas formas y fachadas nos revelan muy poco o casi nada sobre la realidad social que cobijan. Es difícil visualizar detrás de estas apariencias arquitectónicas las vidas humanas de los interiores.