Resumen
Con la siguiente premisa: ante la falta de utopías, no solamente se diluyen los sueños, sino que también se perpetua una vigilia. El taller busca renovar los modelos preexistentes y ponerse frente a esta crisis de los modelos de acción, donde lo otro convive con lo mismo, al decir de Martín Hopenhayn. Esta pequeña revolución implica mirar las cosas, todos los día desde un ángulo distinto, lo que nos conduce a remirarnos y valorarnos no como periferia del mundo, sino que como centro. Comprendiendo que lo revolucionario ha dejado de ser pensado como grandes cambios en el tiempo, para reconocerse como pequeños y significativos cambios en el espacio.