Resumen
¿Cómo escribir sobre imágenes en la cuales el comienzo (creación) y el final (obra) están relacionados con experiencias personales de una catástrofe? ¿Cómo se traduce el cuerpo de la obra en la biografía de una sociedad? ¿Cómo hacer que a partir de la escritura sobre imágenes que retratan una conmoción se nos devele la enorme cantidad de derivas para los estudios culturales a propósito de nociones tan escurridizas como biografía, cuerpo social, memoria, desastre? Tales preguntas están relacionadas con dos formas de obras, una autoral y otra como medio de construcción de una identidad. Y, entre otras, éstas son las preguntas y el objetivo del presente texto en el cual identidad, memoria, experiencia y representación son signos relevantes en la cimentación del cuerpo de obra. Al mismo tiempo, las obras que se crean en situaciones extremas durante o después de catástrofes, desgracias, dictaduras, son construidas desde los márgenes y/o periferias, incluso de las minorías, y este concepto está relacionado con la noción de género. La obra, en este caso la fotografía, es el cuerpo biográfico, político y social. El concepto de autobiografía surge como elemento central en este artículo. Cada imagen, cada palabra son las memorias y confesiones de autores, donde se incluye la autora de este artículo en un doble rol de observador que experimenta la conmoción que provocó esta creación y, también, como sujeto que recibe la experiencia convertida en obra (las fotografías que originaron esta Muestra) de aquellos que experimentaron pérdidas y miedos. Estas emociones son la construcción de un lugar, de un momento, creando un mapa visual de lo que ya no está. Y esa ausencia es esencial para comprender las imágenes y para dar cuenta en el texto de ese silencio tras la catástrofe. ¿Se puede escribir o fotografiar ese silencio?