Resumen
Al observar la realidad, tendemos a pensar que tras el aparecimiento de un fenómeno nuevo hay un cambio brusco y una ruptura más o menos definitiva con lo anterior y precedente a la transformación que estamos viendo. Esto es cierto a nivel de las apariencias. Pero en el fondo de las cosas, muy luego comenzamos a ver hilos y raíces que se remontan y se hunden hacia atrás en lo profundo del pasado. No será errado pensar entonces que los nuevos fenómenos surgidos como cambios substanciales, tienen sus raíces creciendo y afirmándose en las acumulaciones históricas de las sociedades.