Resumen
El riesgo de maremoto no está reconocido en la Ordenanza de General de Urbanismo y Construcciones, ni fue incorporado como amenaza al uso del suelo urbano desde el terremoto 9,5 y maremoto del año 1960, fecha en que murieron 2.000 personas aproximadamente. Al repetirse esta catástrofe el 27 de febrero de 2010, se provee una oportunidad para que la planificación urbana se convierta en un mecanismo para repensar el uso del suelo y para volver a habitar la costa Chilena, pero garantizando la seguridad ciudadana que, en la constitución de la República de Chile, se establece como derecho.