Resumen
ResumenLe Corbusier y André Malraux, dos importantes personajes del panorama cultural del siglo XX, fueron contemporáneos. Sus discursos se construyen huyendo de los relatos cronológicos y locales. La paridad encontrada en varias manifestaciones a lo largo de sus vidas demuestra la afinidad existente entre estos dos autores, contribuyendo el decantar de estas correspondencias a una definición más depurada del modernismo que también los caracteriza, vinculado, en parte, a sus relaciones estrechas ?aunque distintas? con las artes plásticas.Escritos de ambos autores y algunas obras de Le Corbusier ?Museo Mundial del Mundaneum y Museo de Crecimiento Ilimitado? serán observados con el sentido de mapear las afinidades existentes entre los dos autores. Sin embargo, las circunstancias pragmáticas de la vida a menudo se entrometen oponiendo lo que suele estar en consonancia. La clasificación de monumento histórico atribuida por André Malraux a la Villa Savoye, mientras fuera Ministro de los Asuntos Culturales, es presentada con la intuición de salvar una de las obras maestras de Le Corbusier. Sin embargo, esta acción terminó impidiendo al arquitecto encontrar en la degradación de la Villa Savoye un pretexto para su transformación, en una primera fase, vetándole también, finalmente, el proyecto de la restauración de la casa, que es confiada a un arquitecto de los Monumentos Nacionales.2 Este momento intuido de fricción entre los dos autores será motivo de observación, no arriesgando la evidente afinidad entre los dos.