Resumen
El presente artículo estudia, a partir del caso uruguayo, la complejidad que encierra la tarea de coordinación en el campo público social, utilizando de ejemplo al Ministerio de Desarrollo Social. Para eso, se observan los espacios de coordinación convocados por este organismo, para identificar las dinámicas (más o menos integradas) de acción que se da entre los niveles territoriales. Si bien la multiplicidad de espacios con presencia territorial parece indicativa de un ?impulso? político por moderar la pauta centralista de intervención pública, es posible afirmar que la ?salida? hacia el nivel micro ha sido relativamente desordenada, poniendo de manifiesto una complejidad operativa vinculada a la necesidad de establecer sentido político a este tipo de acción pública.