Resumen
Desde que se produce el desarrollo de la fotografía en el S. XIX, se consigue que una imagen de un objeto o persona quedase fijada en una placa o papel. Las diversas técnicas que se irán desarrollando permitirán un significativo avance en la fotografía y de los profesionales de la misma. En el momento en el que se expande mundialmente, España resulta ser un país idóneo que fotografiar y mostrar al resto de Europa, sobre todo por la corriente romántica presente por aquel entonces. Así, varios fotógrafos extranjeros deciden trasladarse para obtener capturas de monumentos, vistas de ciudades emblemáticas, edificios religiosos o públicos o las condiciones de vida de la población autóctona, para poder obtener un rendimiento económico de ello tanto dentro como fuera de España. Jean Laurent, será uno de estos fotógrafos que consiga consolidarse como un exitoso empresario, inventor y fotógrafo profesional. Esto le llevará a desplazarse por toda la geografía española y portuguesa en busca de material de gran valor artístico y monumental que exportar a la población europea. Toledo será una de las ciudades más fotografiadas por parte de la marca J. Laurent y Cia, ello es comprobable mediante su aparición en los distintos catálogos impresos desde 1863-1896.