Resumen
Una de las semillas más constantes que a través de la escritura han suscitado en lectores con su propio bagaje intelectual, aportaciones también escritas, que han ido aflorando nuevas semillas y configurando la cultura de la humanidad, es la atinente al destino del hombre, a su felicidad, al sentido de su vida. Muchas veces, también esa reflexión ha aparecido inseparable de la inevitable vida social, en la que necesariamente se desarrolla el ser del hombre desde que nace y hasta que muere. La ingente acumulación de obras mayores y menores, originales y escolásticas, desmienten la esterilidad del tema y también esa tradición que recoge La Bruyére de que todo está dicho, porque desde hace miles de años hayhombres que piensan. Al menos este constante florecer de reflexiones escritas, ensayos, tragedias, diálogos, tratados, novelas o cuentos, desde todas las tradiciones filosóficas y culturales sobre la ética, sobre el poder y sobre el Derecho, realidades decisivas e inseparables del destino personal de cada uno, aunque distintas de este, desmiente la ligera afirmación de que la tradiciónfilosófica europea es una serie de notas a pie de pagina al pensamiento de Platón. Es una gigantesca memoria colectiva que a cada lector vivo le ofrece nuevas posibilidades de creación, y que a cada momento histórico le permite interpretar un punto de vista sobre ese acervo acumulado.