Resumen
Nos atrevemos a sostener que no existe campo de estudio o área de conocimiento en que no haya incursionado la dupla de robótica e inteligencia artificial; y que en la actualidad uno de los principales cuestionamientos gira en torno a la posibilidad de otorgar una personalidad jurídica específica a determinados tipos de robots y, en consecuencia, el reconocimiento de la titularidad sobre ciertos derechos. En este sentido, una interrogante aún sin resolver aborda la pregunta sobre quién es el propietario de las obras creadas por la inteligencia artificial. Más allá de una titularidad «sobreentendida», el estado actual de las creaciones hace necesario un serio análisis respecto de las diversas posibilidades revestidas de un carácter de negación absoluta o duda razonable.