Resumen
El espacio de la cultura y el arte se ha convertido en arquetipo privilegiado de la actividad global de nuestras sociedades en los países industrializados, en espacio de confluencia entre fuerzas políticas y sociales, económicas y tecnológicas, o estratégicas y mediáticas. En el ámbito europeo, en las últimas décadas, ha destacado la tendencia por reconvertir el patrimonio industrial de numerosas ciudades mediante espacios destinados precisamente a la cultura, emergiendo nuevas situaciones en las que late el estado anterior al cambio, herencia de la modernidad. El artículo clasifica y analiza una serie de estrategias mediante proyectos paradigmáticos que responden al actual estado de la cultura en la sociedad global, así como a la oposición entre el ideal moderno de ?especificidad? y el contemporáneo de ?hibridación?. Desde la lógica de hibridación, estos espacios culturales también abren nuevos horizontes para repensar una relación más activa entre arquitectura, arte y observador.