Resumen
La reivindicación de los editores independientes, a menudo organizados en colectivos, se ha ido fortaleciendo en los últimos quince años, sobre todo en las regiones latinoamericana y francófona. Ésta se inscribe en un contexto de globalización liberal y financiera, sustentada en la defensa de la "bibliodiversidad" - neologismo que ha experimentado una propagación muy rápida en el espacio público- y que actualmente ha sido recogido por los responsables políticos y los medios de comunicación. De esta manera, los editores independientes han contribuido a sensibilizar a los gobiernos y las autoridades locales respecto a la cuestión de la diversidad cultural, alertándoles sobre la necesidad de desarrollar políticas específicas para el libro. Los resultados concretos son innegables, aunque diferenciados según cada país.