Resumen
En las postrimerías del setecientos las salidas de gallegos y asturianos hacia América o hacia distintos puntos de la Península Ibérica se incrementaron. En el contexto del predominio de una mentalidad poblacionista, dichos desplazamientos fueron percibidos en general de manera negativa, aunque no faltaron voces que, contrariamente, enfatizaron sus efectos positivos. En consonancia con estas diferentes ideas, las políticas migratorias de la corona española pusieron de manifiesto una cierta ambigüedad: si por un lado tendieron a restringir y controlar las emigraciones, por otro lado, también las terminaron alentando. En esta última dirección, tanto las expediciones de colonos como el ejército fueron empleados como vías de poblamiento.