Resumen
Tanto los integrantes de la expedición minera del barón de Nordenflicht como la historiografía tradicional han responsabilizado al virrey Francisco Gil y Lemos (1790-1796) y a las autoridades peruanas del fracaso de la misión. Este artículo refuta documentalmente esta versión, demostrando que dicho fracaso se debió a razones técnicas y no a supuestas trabas por parte de las autoridades virreinales.