Resumen
Antofagasta, la ciudad más global de Chile - inserta desde su fundación en los mercados internacionales y la más expuesta a sus ciclos - capital de la segunda mayor economía regional del país, la segunda con más inversión extranjera y la primera en exportaciones, es contradictoriamente la con mayor brecha entre pobreza por ingresos y pobreza multidimensional, confirmando así que el crecimiento económico, incluso el mayor, no se traduce necesariamente en desarrollo: la estrategia de cluster mienro no ha logrado ser inclusiva de un cluster social. Antofagasta, región-commodity por excelencia, la más emblemática del modelo exportador, determina en gran medida los equilibrios macroeconómicos y partidas relevantes del presupuesto de la nación, incluidas las asignadas a seguridad nacional y políticas sociales. Chile depende tanto del cobre como de Antofagasta: la sustentabilidad económica del país y sus regiones está estrechamente vinculada al mercado del cobre y a los territorios subnacionales que lo producen. Si el país es vulnerable frente a los precios internacionales de ese recurso, Antofagasta lo es en extremo: el cobre, la mayor ventaja comparativa del país ?no siempre la más competitiva- es a la vez, y en consecuencia, el mayor ?talón de Aquiles? de Chile y sus regiones mineras.