Resumen
Hay muchos cineastas experimentales y videoartistas que no están tan interesados en la ilusión del movimiento sino en su manipulación y su deconstrucción. Ésta es la paradoja que se hallaba en la base de los ensayos cronofotográficos de Muybridge y de Marey y que, muy pronto, el cine se ocupó de ocultar: no aceptar el efecto cinético en tanto modo de representación, sino apropiarse del mecanismo cronofotográfico -que lo ha hecho posible- para ejercer una violencia dentro del propio discurso. La negatividad de ese momento, en el sentido adorniano, es lo que interesa para pensar las diferentes modulaciones del movimiento y el tiempo en el arte del último siglo.