Resumen
En los años ochenta, surgió un discurso de resistencia por parte de una visualidad emergente en Chile. Cuando una cultura cada vez más visual y mediática fue potenciada por el gobierno militar como aparato ideológico del capitalismo neoliberal. En respuesta, jóvenes subculturales desmontaron las representaciones visuales de la cultura dominante a través de medios visuales de comunicación no mass-mediatizados. Las subculturas resultantes de un contacto aumentado con el extranjero no asumieron pasivamente la cultura de masas pop importada, sino que desarrollaban sus críticas de la cultura visual dominante y del gobierno militar mediante una visualidad marcada, difundiendo sus prácticas culturales híbridas e identidades alterables en el espacio público santiaguino de alta conectividad.