Resumen
El objetivo de este trabajo es analizar cómo el rendimiento académico del alumnado puede verse influenciado por el uso de diferentes aplicaciones basadas en la metodología Mobile-Learning, el expediente académico, y la asistencia a las aulas. En particular este estudio, se centra en la forma en la cual el uso de la plataforma tecnológica Kahoot! en las aulas universitarias como herramienta complementaria a las clases magistrales puede afectar al rendimiento académico de la asignatura. La base de datos utilizada para contrastar las hipótesis planteadas ha sido creada utilizando los datos obtenidos de 39 alumnas/os de la asignatura Dirección de Operaciones, una asignatura obligatoria de tercer año del Grado Administración y Dirección de Empresas, de la Universitat Jaume I, durante el curso académico 2018/2019. La metodología empleada ha sido la utilización de una regresión lineal. Los resultados evidencian que la nota obtenida en las pruebas de Kahoot!, la nota media de expediente del alumnado antes de realizar la asignatura y la asistencia a clase tienen un efecto positivo en la nota final de la asignatura. Las limitaciones que se desprenden de este estudio se centran en el tamaño de la muestra y el curso académico. Estos resultados proponen implicaciones prácticas que deberían ser consideradas por las universidades y los responsables educativos.Los resultados evidencian que la nota obtenida en las pruebas de Kahoot!, la nota media de expediente del alumnado antes de realizar la asignatura y la asistencia a clase tienen un efecto positivo en la nota final de la asignatura. Las limitaciones que se desprenden de este estudio se centran en el tamaño de la muestra y el curso académico.Estos resultados proponen implicaciones prácticas que deberían ser consideradas por las universidades y los responsables educativos. En primer lugar, la utilización de plataformas tecnológicas complementarias a las clases magistrales debería fomentarse entre el profesorado de las universidades a través de cursos de formación para poderlo aplicar en las aulas. En segundo lugar, las universidades podrían elaborar plataformas tecnológicas que permitieran utilizarse en diversas materias para que el alumnado obtuviera competencias transversales a través de las mismas.